Las organizaciones que conforman la Coalición Aquelarre Trans: el Grupo de Apoyo Trans, Santamaría Fundación, el colectivo Entre-Tránsitos, la colectiva Transpopulares, Parces ONG, Fundación Procrear, la Red Comunitaria Trans, el Programa de Acción por la Igualdad e Inclusión Social (PAIIS) de la Universidad de Los Andes y Colombia Diversa:
Lamentamos profundamente el homicidio de Marcela, mujer trans, en la ciudad de Medellín el 15 de septiembre pasado.
Como organizaciones defensoras de derechos humanos de las personas trans, rechazamos esta nueva expresión de violencia, cargada de sevicia e inhumanidad absoluta.
Recordamos que de acuerdo a Colombia Diversa, en los últimos nueve años se han registrado más de 600 homicidios contra lesbianas, gays, bisexuales y trans. En la gran mayoría de estos casos las víctimas han sido mujeres trans, quienes son registradas de manera errónea por la Policía y el Instituto de Medicina Legal como “hombres vestidos de mujer”[1].
Expresamos nuestro rechazo y profunda molestia a los registros periodísticos que reproducen esta manera errada de presentar la información, violentando nuevamente la memoria e identidad de Marcela y de las demás mujeres tran en Colombia, reforzando estereotipos y falsas creencias entre la opinión pública.
Por estos motivos, exigimos al Estado colombiano:
Una pronta, eficiente y transparente investigación penal que permita identificar, enjuiciar y sancionar al o a los asesinos.
Que este mismo procedimiento sea llevado a cabo en todos y cada uno de los asesinatos y agresiones cometidas contra las mujeres trans.
Que las investigaciones y juicios se ajusten a parámetros de dignidad y respeto por la identidad de género[2] y esclarezcan si dichos delitos son motivados por el odio o la intención de discriminar.
Que se adopten de manera URGENTE las medidas preventivas y de reducción de riesgos y amenazas violentas contra las personas trans en Colombia.
Que se generen medidas de reparación integral hacia las personas trans, las cuales reconozcan el daño generado por la desprotección legal e institucional hacia nosotras por tantos años.
Que todas las entidades del Estado incorporen en sus mecanismos de información y registro las categorías de mujer trans, hombre trans e intersex y que todos los documentos y formularios oficiales hagan referencia a las personas trans con su nombre identitario y en el género correspondiente a la preferencia identitaria de las personas.
Que se documenten, de manera sistemática y comparable los casos de violencia cometida contra personas trans y se divulguen ampliamente a la sociedad.
Que todas las personas funcionarias del Estado reciban capacitación sobre prestación de servicios dignos e incluyentes a las personas trans[3].
PEDIMOS A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Que las directivas de redacción implementen parámetros de lenguaje incluyente para utilizar al referirse a personas trans, los cuales se ciñan al nombre y género identitarios de las personas trans a quienes se refieren.
Que las directivas promuevan la formación de su personal en temas relacionados con los derechos de las personas trans y el uso de lenguaje incluyente en sus reportajes.
Que visibilicen la situación real de las personas trans en toda su diversidad sin acudir a estereotipos nocivos que refuerzan las prácticas discriminatorias y transfóbicas en la sociedad.
Si nos identificamos como mujeres nos llamamos como mujeres y nos reconocemos como mujeres: SOMOS MUJERES. NO MÁS IRRESPETO NI VIOLENCIA HACIA NOSOTRAS.
[1] Colombia Diversa. “Cuando el Prejuicio Mata. Informe de derechos humanos de lesbianas, gay, bisexuales y personas trans en Colombia 2012”. Disponible en: http://www.colombia-diversa.org/2014/06/cuando-el-prejuicio-mata-informe-de.html
[2] De acuerdo con los Principios de Yogyakarta, escritos a la luz de los estándares internacionales de derechos humanos, “la identidad de género se refiere a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente profundamente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo (que podría involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios médicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que la misma sea libremente escogida) y otras expresiones de género, incluyendo la vestimenta, el modo de hablar y los modales”. Disponible en: http://www.yogyakartaprinciples.org/principles_sp.htm
[3] Sobre este aspecto ver: Universidad Nacional de Colombia. Grupo de trabajo en intervención psicológica y diversidad sexual “Proporcionando servicios respetuosos e inclusivos a personas trans”. Disponible en: http://issuu.com/gestiondeproyectos/docs/imprimir_cartilla_servicios_respetu
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