jueves, 12 de septiembre de 2013

Luis Ospina: humor negro y cine rosa

El Ciclo Rosa Audiovisual se celebrará del 13 al 22 de septiembre en la Cinemateca Distrital y siete salas más en Bogotá. La completa programación de cine queer, en la que se ha trabajado durante más de dos años, también se llevará a las ciudades de Barranquilla, Cali y Medellín. El ciclo reúne 53 películas de 12 países de todo el mundo, una llamativa exposición fotográfica en la Cinemateca y contará con la presencia de la directora californiana Barbara Hammer, el director mexicano Roberto Fiesco y el director alemán Kristian Petersen. El Ciclo tendrá una completa muestra de cine cubano con temáticas LGBTI que incluye 25 producciones cubanas, a propósito de los 20 años del largometraje Fresa y chocolate de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. Todo eso porque el Ciclo Rosa no se trata únicamente de presentar películas, si no alimentarlo con contenido académico, exposiciones, conversaciones y publicaciones.

Y a propósito de tan exquisita celebración, quisimos recordar al cineasta caleño Luis Ospina, quien fue homenajeado el año pasado en este ciclo. Ospina marcó el cine colombiano con cada una de sus más de 32 producciones y especialmente es recordado por su trabajo Agarrando pueblo, realizado junto al director Carlos Mayolo.

“La aproximación a la cultura colombiana permite entender la diversidad de nuestro país” decía recientemente Juan David Correa, director de la Cinemateca Distrital, quien además señalaba que para contar historias relacionadas con la comunidad LGBTI, no hay que ser homosexual. Y es que la búsqueda de la igualdad no tiene sexo, ni color, ni religión, ni formato. 

Luis Ospina fue uno de los primeros realizadores colombianos que quiso hablar de esta comunidad. Y para no dar más rodeos, aquí van esas producciones de las que hablamos:

La desazón suprema

Un documental presentado en 2003 que, dicho en las palabras de Gastón A. Alzate, profesor de Literatura latinoamericana y teatro de California State University, se parece a otra producción de Ospina: Nuestra película. “Se trata de una experiencia de convivencia personal de la cotidianidad de los personajes durante el proceso de filmación. El resultado final es un retrato intimista, en el caso de Jaramillo, con tintes más trágicos, ya que terminan con la muerte del pintor y en el caso de Vallejo más cálido, ya que devela un rostro no conocido por el público”.
Cortesía Luis Ospina
Cortesía Luis Ospina

Duración: 90 minutos
Argumento: Documental sobre Fernando Vallejo, el polémico escritor colombiano residente en México. A pesar de haber dirigido tres películas y de haber publicado cinco novelas autobiográficas Vallejo era prácticamente un desconocido hasta la publicación y posterior adaptación al cine de La Virgen de los sicarios, dirigida por Barbet Schroeder. Al decidir hablar en nombre propio y asumiendo sin disimulos ni subterfugios sus amores y sus odios, Vallejo rompe con la más obstinada tradición literaria: la del narrador omnisciente que todo lo sabe y todo lo ve. El documental no sólo abarca su vasta obra literaria sino también sus múltiples intereses: el cine, la música, la poesía, la gramática, la ciencia y la política.

1999




Duración: 110 minutos.
Argumento: Una película de cine negro colombiana que gira en torno al asesinato de una joven, conocida sólo como Golondrina, en un sórdido hotel del centro de Bogotá. Por razones del destino, un ex policía (Emerson) se convierte en el investigador del crimen. Sin conocer la verdadera identidad de la víctima, él reconstruye, en el curso de su investigación, fragmentos de la vida de la muchacha. Descubre, paso a paso, que ésta joven misteriosa tuvo relaciones con varios hombres: un boxeador fracasado (Martillo), un vendedor ciego de lotería (Mago), un torero cobarde (José Luis), y un político corrupto (Medardo), con vínculos con grupos paramilitares. Lo que comienza como una simple encuesta de un crimen pasional termina por convertirse en una trama en la cual el propio detective-narrador descubre que él también hace parte de la vida de la víctima...
 

El largometraje publicado en 1993 es en palabras del periodista Eduardo Arias, “una historia muy bien contada. Ospina, oculto detrás de la cámara y de su tímido silencio, termina siendo un espectador más. Claro, un espectador privilegiado, porque, cuando llegó su tumo, le dio forma, movimiento, ritmo e intensidad a lo que, en principio, no era más que el monólogo lento y esforzado de un hombre enfermo que quería hablar por última vez y decir de una vez por todas todo lo que tenía que decir (…) Tampoco es un ejercicio de autocompasión ni un grito desesperado contra la muerte. Todo lo contrario. Es un homenaje a una vida muy intensa y dedicada a gozar la cultura, a mirarla con cierto humor e ironía, a recrearla cada día y en cada momento de su existencia”.

Cortesía Luis Ospina
Cortesía Luis Ospina

Duración: 96 minutos
Argumento: Ante su muerte inminente de sida el artista Lorenzo Jaramillo reflexiona sobre su vida y obra a través de los cinco sentidos.

Al pelo
1991
Al pie, junto con "Al pelo" y "A la carrera", constituyen una trilogía de oficios: de lustrabotas, peluqueros y taxistas de Cali respectivamente.
Duración: 25 minutos
Argumento: El oficio de los peluqueros.  


1987


Duración: 87 minutos.
Argumento: Este documental rescata del olvido la memoria trágica del compositor Antonio María Valencia (1902 - 1952), pionero de la cultura musical y artística de Cali.


1982




Duración: 98 minutos.
Argumento: Roberto Hurtado, un anciano magnate azucarero, regresa a Cali después de hacerse un examen médico en los Estados Unidos. Lo acompañan en el avión privado su hijo Adolfo y le médico norteamericano Hughes. Este último le revela a Adolfo que su padre padece de una extraña enfermedad que exige transfusiones masivas de sangre de niños o adolescentes del mismo sexo. Dicha enfermedad ha convertido a Roberto Hurtado en un inválido de aspecto monstruoso. Vive aislado del mundo en un penthouse, desde donde controla su imperio económico. Su única comunicación con el mundo exterior es por medio de un circuito cerrado de televisión. Ignora de dónde proviene la sangre que lo mantiene vivo. Los ratos libres los pasa viendo películas en video. Una vez enterado de las exigencias de la enfermedad de su padre, Adolfo, al encontrar unas fotos que comprometen a tres de sus empleados (dos choferes y una enfermera) en un turbio crimen sexual, los chantajea para que le procuren la sangre a como dé lugar. Ever, Perfecto y Florencia conforman una banda de sádico que recurren a métodos inescrupulosos para conseguir la sangre. En incursiones nocturnas atrapan a sus víctimas y los someten a sus perversiones sexuales antes de sacarles la sangre y asesinarlos. La extraña desaparición de niños y la recurrente aparición de sus cadáveres desnudos en lugares despoblados (“mangones”) crean un estado de terror y pánico en la ciudad. Son numerosas las versiones que la imaginación popular y la prensa tejen en torno a la serie de crímenes; se habla de un sádico, de un vampiro, de un “Monstruo de los Mangones”...

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