Hoy fue radicado en el despacho de la Corte Constitucional de Colombia una carta de las Mamás Lesbianas de Medellín dirigida a todos los Magistrados exigiendo la igualdad que merece su hija como ciudadana colombiana para contar con el apoyo y protección legal de sus dos madres.
Las dos madres dentro de la carta solicitan a la Corte Constitucional, en cabeza de sus Magistrados la resolución favorable de su caso, así como la igualdad plena para la menor.
Honorables Jueces de la Corte Constitucional de Colombia,
Hace 3 años nos acercamos al ICBF queriendo
brindar la protección de 2 adultos a nuestra niña de entonces 1 año de edad,
protección que por ley y constitución le es debida, al igual que a todos los
otros niños de este país. El ICBF, y al parecer ustedes, no están de
acuerdo con que la niña tenga los mismos derechos de protección, patrimonio,
buen nombre y familia que otros niños. Nuestra niña es ciudadana de
segunda clase, obligada a ser protegida por un solo adulto, por una mamá que es
condenada a ser legalmente soltera, aunque ya haya escogido una pareja con
quién conformar su familia.
Nuestra niña y sus mamás (todas
colombianas) y su caso frente a ustedes son menos importantes que casos de
extranjeros, que se resuelven en pocos meses mientras el nuestro languidece
años sobre sus escritorios y su resolución se pierde entre politiquerías e
influencias indebidas.
En este caso ustedes han decidido ignorar
la ciencia, la jurisprudencia sentada por ustedes mismos sobre familia y los
derechos de los ciudadanos y el hecho de que este es un estado laico, donde
nadie tiene la potestad de imponer su moralidad sobre los demás. Han
recibido a la jerarquía de la Iglesia Católica en sus recintos, negándonos a
nosotras una audiencia bajo iguales condiciones.
Ser homosexual no es un delito, no es una
enfermedad, y así les parezca a ustedes indecente o no, es una opción válida de
vida, protegida por la Constitución. Teniendo esto en cuenta, los
argumentos de que la niña pueda o no escoger ser homosexual no aplican; son tan
consecuentes como preocuparse por si va a escoger ser liberal o conservadora,
ingeniera o artista.
Si son válidas, en cambio, sus
preocupaciones de que por ser sus mamás homosexuales, o si ella decide escoger
este estilo de vida, pueda tener una vida más difícil por la homofobia que
algunos de ustedes mismos exhiben y exudan en sus argumentos. Sin
embargo, es su deber como Jueces de la República, garantizar la aplicación de
las leyes que protegen a esta niña y a otros niños con familias homoparentales
y que asegurarán que su vida sea tan plena y tranquila como a la que tienen
derecho todos los niños colombianos.
Los derechos de los niños no dan espera. Nuestra hija merece
pronta y cumplida justicia. ¡Manos a
la obra!
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